Ayudarte está en el alma de Entel PCS


04:00 Luego de haber pasado el terremoto absolutamente solo, haberme vestido, tomado las cosas importantes (llaves, porta-documentos, celular, pañuelos desechables y RESPALDO DE TESIS) y haber dado un vistazo a las condiciones de la casa me decidí a salir a la calle como todo el mundo que al rededor se mostraba sumido en la histeria colectiva (mientras por mi parte mantenía una fría calma como suelo hacer en estas ocasiones).

Una vez afuera comencé a marcar una y otra vez a los números de celular de mi madre y hermanos para poder comnicarnos, sin conseguirlo.

04:15 Comienzo a marcar también números de otros familiares para tener una idea de la situación familiar. En realidad necesitaba hablar con alguien conocido :/

04:30 Cambio de estrategia, pruebo a enviar mensaje de texto también sin resultado.

Me encuentro al fin con Paulo, el amigo con quien vivo, que estaba fuera durante el terremoto y decidió manejar a la casa apenas pasó. Todo bien.

04:45 Decidimos ir a la casa en busca de algo que comer (y por una segunda "evaluación de daños").

04:54 (Hora exacta) ¡Mensaje de texto! ¡¡¡Al fin podía saber de alguien!!!

Lo leo y me encuentro con lo siguiente:

(De: 103) "Las Bolsas de Entel te convienen! Por solo $1.600, compra la bolsa de 80 SMS (bolsa dura 15 dias). Responde este SMS con el texto 80SMS y contratala." (Copia exacta)

NO PODI!, en serio no me puede llegar ese mensaje de Entel en ese momento :P

Igual reconozco que me maté de la risa XD

Y así sin más el resto es historia... me comuniqué con mi familia, todos bien. Mandé algunos mensajes a algunas amistades. Dormitamos un rato en el auto y ya con el sol para ver con seguridad me fui a dormir la mañana... igual toy con sueño todavía :/

Nostalgia I


Despreciado monstruo errante
que muy dentro se adormece
esperando al momento
en que pueda liberarse

Vació incontenible
que por dentro me sofoca
furia contenida
¿quien ahora te convoca?

Trataré de controlarme
trataré de convencerme
trataré de contenerme
como he hecho tantas veces

Ni con llanto inconsolable
ni destrucción enardecida
¿Cuanto debo esperarte
a que cures mi alma herida?

Sin más...


A veces mis decisiones varían según el momento, como si dependiera de una personalidad que cambia según la circunstancia.

Y entre tanta decisión a conciencia de personalidades aleatorias resultan decisiones aleatorias de una personalidad inexistente.

Al menos he aprendido a asimilar la vida como es y no como debería ser... incluso la mía.

Y así sin más...

Azul eterno


Me encanta mirar al cielo.

Hay veces en que luego de un suspiro, un par de pasos o tres latidos del corazón recién me percató de que mi mirada se pierde en la infinidad del azul que nos cubre con su infinidad de matices.

Hay veces en que de pronto recuerdo que por algún motivo me reconforta hacerlo, entonces como un reflejo inconsciente esbozo una sonrisa cómplice y elevo mi mirada al infinito.

Pero sin duda cuando más lo disfruto es cuando quedo pegado por cuadras y cuadras, desviando la mirada ocasionalmente solo para chequear el color en la luz del semáforo o si hay algún obstáculo a esquivar en mi camino. Y aprovecho este rincón para confesar que cuando lo hago es respondiendo a un llamado.

¿Un llamado?... Sí, un llamado. No se a que, no se de quien ni porque. Solo sé que hay ocasiones en que siento una imperiosa necesidad de mirar al cielo, hacia un punto específico (que cambia en cada ocasión), con la absoluta certeza de que algo puede pasar, como si en cualquier momento algo se presentará para mi en ese rincón azulado, como si algo fuera a levantarme y llevarme más allá de lo que puedo llegar comúnmente, como si una verdad fuera revelada. Y tal vez ese último punto sea la clave... siempre que miro al cielo de esa forma alguna duda se aclara, alguna idea condensa o algún pensamiento nuevo nace... y ¡es tan reconfortante!

¿Sugestión? ¿Locura? ... no quiero juzgarlo ni ser juzgado por ello, no viene a lugar. Al fin y al cabo es una de esas cosas simples de la vida que me acercan la felicidad.

Y así sin más me gusta saber que se puede encontrar felicidad en cosas tan simples.

Y así sin más me gusta pensar que todos podemos encontrar esa felicidad, aunque sea algo pasajero.

Y así sin más me gusta saber que el cielo siempre estará ahí... ¡el azul eterno que nos dedica su sonrisa!

Descanso...


Como resulta de agradable y de necesario una buena pausa en la vida de tanto en tanto.

No puedo más que agradecer esta semana de compartir y reencontrarme con mi vida provincial y tranquila, de reencontrarme con costumbres y modos que había dejado algo apartes (pero nunca olvidados). En definitiva de reencontrarme con mi origen y conmigo mismo y recargar mi esencia a la vez que pongo en perspectiva experiencias acumuladas en el último año.

Así sin más disfruto por un momento de la tranquilidad y felicidad!